De vez en cuando me gusta regalarme cursos.
Ya os he contado en alguna ocasión que tengo diagnosticada una patología crónica denominada "cursitis".
Hace ya muchos años empecé con mi cursitis en la Escuela de Cocina de Telva. Y de vez en cuando sigo regalándome algún curso que me hace pasar una tarde fantástica y muchos momentos especiales cuando preparo para los míos las recetas que voy recopilando. Ésta que os dejo hoy la aprendí en uno de esos cursos de la Escuela de Cocina de Telva y me ha proporcionado enormes satisfacciones; por eso la tengo como una de mis recetas mágicas.
Para preparar esta receta hay que tener un molde pequeño.
Yo, sin duda, lo prepararé para la cena de Noche Vieja porque entre las muchas virtudes de esta receta se encuentra la de que puedes prepararla el día anterior y no requiere estar en la cocina en el último momento.