miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pops



100 g bizcocho (dejo aquí la receta del bizcocho)
50 g queso Philadelfia
Chocolate de cobertura
Bolitas de colores
Palitos para pops

Desmigajar el bizcocho. Para ello puedes utilizar a un niño o niña con las manos limpias y, de paso, le haces feliz.

Una vez hecho miguitas, mezclar con el queso Philadelfia.
Debe quedar una masa algo pegajosa y manejable como plastilina.

Hacer bolitas todas del mismo tamaño, procurando aplastar bien para que queden compactas.
Meter en la nevera durante una media horita para que se queden bien duras.

Derretir con mucho cuidado el chocolate de cobertura en el microondas o al baño maría. Yo he utilizado gotas de chocolate con leche Valor porque está buenísimo. Si lo haces en el microondas, hay que tener mucho cuidado e ir muy poquito a poco, sacándolo del microondas y mezclándolo.

Mojar la punta de cada palito con el chocolate y pincharlo en la bolita.
Volver al frigorífico unos quince minutos.

Entonces sacar y bañar el pop cake en el chocolate fundido (que habremos tenido que recalentar).
Pinchar el pop cake en un bloque de corcho.

Adornar con lo que te apetezca. Yo he utilizado bolitas de colores.
Precioso, ¿verdad?


Magret de pato al cava


Un magret fresco de pato grande (puede utilizarse otra carne; por ejemplo, solomillo de cerdo)
Una cebolla
Una zanahoria
Un diente de ajo
Perejil picado
250 g uvas blancas
¼ litro cava
Un vaso de agua
½ cucharada de Bovril
Una hoja de laurel
50 g mantequilla
2 cucharadas de aceite
1 cucharadita de azúcar
Sal
Pimienta

Desgranar y pelar las uvas.
Sumergirlas en el cava y cocerlas durante un par de minutos.
Retirarlas de fuego y reservar.

En una cacerola poner la mantequilla y el aceite.
Rehogar todas la verduras finamente picadas (cebolla, ajo, zanahoria y perejil) hasta que estén blandas.
Añadir el Bovril, la hoja de laurel, el agua y el cava procedente de cocer las uvas y que previamente habremos colado reservando las uvas para más adelante.
Condimentar con una cucharadita de azúcar, con la sal y la pimienta.
Cocer a fuego lento durante 20 minutos hasta que el líquido se haya reducido hasta la mitad más o menos.

Untar el magret con mantequilla o aceite.
Freír por ambos lados hasta que quede dorado pero no mucho porque tiene que quedar jugoso.
Quitar la piel.
Cortar en tiras.
Agregarlo a la salsa.
Cocer en la salsa unos 10 minutos a fuego lento.
Añadir las uvas y cocer un par de minutitos más.

Se sirve con puré de patata o, mejor aún, con compota de manzana.

martes, 29 de noviembre de 2011

La sopita de la yaya

Cada vez que vamos a comer a casa de mi madre y ella prepara sopa para las niñas acabamos en el mismo punto: "la sopita de la yaya está más rica que la de casa"

Yo alucino porque siempre pensé que la hacía como ella porque suelo llamar para preguntarle cómo preparar los distintos platos; lo que supone un motivo como otro cualquiera para charlar un rato.

Pero no...; "la sopita de la yaya está más rica que la de casa". Así es que me he decidido a dejar escrita la receta para tenerla siempre a mano. Os la dejo aquí: sopita.

Yo creo que el ingrediente que le falta y que la hace mejor que la de casa y, además inmejorable, son los mimos y besos de abuela. Espero algún día llegar a poner ese ingrediente en mis platos. De momento, cariñito de mamá...

Sopita


Morcillo o pollo o ambos
2 puntas de jamón
2 – 3 zanahorias
2 puerros
1 nabo
Una ramita de apio
Sal

Poner en la olla, la carne y el jamón.
Cubrir con agua de modo que se sobrepase como unos tres o cuatro dedos la carne.
Poner a cocer.
Ir retirando la espuma que se va formando.
Unos 10 o 15 minutos después poner las verduras en la olla.
Cerrar la olla y cocer durante unos 45 minutos si es una olla rápida.
Yo suelo hacerla en cacerola abierta con lo que tarda bastante más pero sale muy, muy rica.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un menú muy mediterráneo

De vez en cuando apetece un menú muy mediterráneo ¿no?; de esos que preparaba mi madre cuando yo era pequeña.
Ayer fue uno de esos días. Preparé una ensalada de pimientos asados, unos espárragos verdes fritos, una ensalada de lechuga y tomate y unos filetes fritos. De postre, mandarinas.
¡No me digáis que no suena apetecible!
Os dejo unas fotos y, claro, las recetas.
¡Ah! imprescindible acompañar con un buen vinito.
Y a ser feliz...






Espárragos verdes fritos


Espárragos trigueros
Aceite de oliva
Sal

Se lavan los espárragos trigueros y se cortan eliminando la parte más dura.
Se ponen en una sartén con aceite de oliva a fuego medio.
Se fríen hasta que estén blanditos.
Se sacan de la sartén y se echa sal por encima.
¡Quedan fantásticos con sal Maldon!





Ensalada de pimientos asados


2 pimientos rojos
Medio diente de ajo
Vinagre
Aceite de oliva
Sal

Se calienta el horno a 180 grados.
Se lavan los pimientos y se colocan en un recipiente para horno.
Se riegan con un chorrito de aceite.
Se tapa el recipiente con papel Albal.
Se mete en el horno durante una hora u hora y cuarto.
Hay que darles la vuelta de vez en cuando (por ejemplo, cada veinte minutitos) para que se hagan bien por todos los lados.
Sacar del horno y dejar enfriar.
Verás que han soltado un liquido. Se cuela y se reserva para preparar la vinagreta.
Coger los pimientos y pelarlos; resulta muy fácil porque, al asarse los pimientos, la piel queda casi separada de la carne de los pimientos.
Cortarlos en tiras.

VINAGRETA:
En un mortero machacar medio diente de ajo y la sal (al gusto).
Se añade una cucharada de vinagre y tres de aceite de oliva.
Se añade el líquido que soltaron los pimientos.
Se mezcla todo bien.
Y, ya está la vinagreta preparada.

Solo falta colocar las tiras de pimientos en una fuente bonita y echar la vinagreta por encima.
¡No os imagináis lo ricos que pueden llegar a estar estos pimientos!



Bizcocho de canela

115 g. mantequilla
220 g. azúcar
280 g. harina
130 g. leche
2 huevos
2 cucharaditas de canela
1 ½ cucharadita de levadura de pastelería.

Pues lo de siempre, mezclar la mantequilla con el azúcar y los huevos bien mezclado.
Añadir la leche.
Tamizar la harina junto a la canela y la levadura.
Y añadirlo.
Mezclar con moviemientos envolventes, evitando mover mucho.
Precalentar el horno a 150 o 160 grados.
Poner la masa en un molde engrasado y enharinado para que no se pegue el bizcocho.
Meter al horno durante unos 45 minutos.
Ya sabes que no hay que abrir el horno durante los primeros 20 minutos. Luego se puede abrir y pinchar con una aguja para comprobar si está hecho. Lo sacaremos del horno cuando la aguja salga limpia.



domingo, 27 de noviembre de 2011

Pops y cup cakes


¡Me ha alcanzado la pop cup cake manía!
¡No puedo parar de hacer cup cakes y pops!
Y es que enganchan porque cada día salen más bonitos.
Os voy a enseñar una fotos para que veáis qué bonitos quedan.


Por supuesto que voy a contar cómo se hacen.
De momento, los fantásticos cup cakes de Navidad



Fantásticos cup cakes de Navidad



Otro día, el buttercream y los pops, ¿vale?

sábado, 26 de noviembre de 2011

Cup cakes de Navidad

Primero se preparan unas bases de cup cakes siguiendo la receta del bizcocho como el de toda la vida.


Luego ya solo hay que decorarlos.
Yo he hechos estos cup cakes que me parecen preciosos.




Para decorarlos se necesita:
Fondant de color malva
Fondant de color blanco
Un molde redondo
Un molde de muñequito de nieve
Azúcar glass.
Un rodillo.

Los fondant yo los compro en De Cake, en Madrid, pero ya hay muchos sitios donde los venden.
El molde redondo es de los que se utilizan para hacer galletas.
Los moldes con figuras de navidad se encuentran en distintas tiendas. Yo los he comprado en Natura.

Pues eso, se espolvorea azúcar glass en la mesa.
Se extiende el fondant malva en la mesa y se corta con el cortador redondo.
Se extiende el fondant blanco en la mesa y se corta con el cortador de muñequito de nieve.
Se coloca el fondant malva redondo sobre la base de cup cake.
El muñequito de nieve se pega encima utilizando un poquito de agua que hará las veces de pegamento.
Y ... ¡Y está! ¡Fácil!

Base para cup cakes


Para hacer cup cakes hay miles de recetas.
A mí me gusta prepararlos igual que el bizcocho de limón.
Para ello se necesita:

Un yogur (guardar el vasito porque sirve de medida para el resto de ingredientes)
Un vasito de aceite de oliva
Dos vasitos de azúcar
Dos y medio de harina
Tres huevos
La ralladura de un limón
Una cucharadita de levadura de pastelería

Precalentar el horno a 150 grados.
Mezclar el huevo y el azúcar batiendo.
Añadir el yogur, el aceite y la ralladura del limón y mezclar bien.
Añadir la harina tamizándola y la levadura y mezclar con el resto con movimientos envolventes.
Poner esta masa sobre papelillos de cup cake rellenando solo un poco más de la mitad.
Meter al horno a 150 grados durante unos 20 minutos.
El tiempo dependerá del tamaño de los cup cakes.
Pero ya sabéis que la prueba infalible consiste en pincharlos y que la aguja salga limpita.

¡Ya están unas fantásticas bases para cup cakes!
¡Ya solo falta decorarlos!

domingo, 6 de noviembre de 2011

Macarrones para cualquier día


Hoy para cenar toca macarrones.
¡Me encanta la pasta!
Me paso la vida pensando cómo conseguir platos nutritivos y ricos para mis niñas.
A Sofi nunca le han gustado mucho las frutas y tampoco le hace mucha gracia la acidez del tomate.
Pero los macarrones con tomate están tan buenos que no podía prescindir de ellos ni pelear cada vez que los preparara para que se los comiera.
Un día comiendo lasaña encontré una solución: ¿por qué no suavizarlos con bechamel?
Aquí os dejo la receta: "macarrones para cualquier día"
Se trata de una receta fácil, facilísima; por eso podemos prepararla cualquier día, aunque tengamos poco tiempo o pocas ganas de cocinar.
Otro día haremos una versión mejorada en la que prepararemos el tomatito frito y la bechamel…
Espero que os guste a vosotras y a vuestros niños.
 

Macarrones con tomate


Macarrones
Tomate frito
Bechamel
Chorizo
Albahaca
Queso rallado
Un chorrito de aceite
Sal

Poner en una cacerola abundante agua a hervir a fuego fuerte con un poco de sal y un chorrito de aceite.
Cuando ya esté hirviendo, añadir los macarrones y mantener el tiempo de cocción que se indique en el etiquetado.
Pasado ese tiempo, colar y reservar los macarrones.
En una sartén, a fuego medio, freir el chorizo ligeramente.
Añadir el tomate frito, la bechamel y la albahaca.
Mezclar bien.
Incorporar los macarrones y mezclarlos con la salsa.
En una fuente de horno, volcar los macarrones con la salsa; espolvorear el queso rallado por encima y meter al horno a gratinar.
¡Buenísimos y muy nutritivos!



              

Tortilla de otoño con patatas y boletus


15 g de boletus deshidratados
Una patata grande o dos medianas
Medio vaso de vino blanco
Medio vaso de caldo de verduras
Cuatro huevos
Aceite de oliva
Sal

Poner los boletus a hidratar en el caldo durante unos 15 minutos.
Mientras tanto, pelar la patata y cortarla en lonchitas finas.
En una sartén poner bastante aceite y calentarlo pero no mucho.
Añadir las patatas y dejar que se vayan haciendo a fuego lento.
Cuando las patatas ya están fritas, retirarlas. Una amiga mía diría que hay que retirar las patatas cuando se hayan rendido (¿no os parece bonita la expresión?).
Quitar el aceite de la sartén, dejando un poquitín (menos de una cucharada de aceite).
Colar los boletus (que ya se habrán hidratado) y freirlos en la sartén a fuego no muy fuerte. Cuidado, no hay que tirar el caldo.
Cuando ya estén, añadir el vino y subir el fuego para que se evapore el alcohol.
Entonces, añadir las patatas y el caldo que habíamos utilizado para rehidratar el boletus y que tiene todo el saborcito de las setas.
Añadir una pizca de sal.
Dejar a fuego medio que se vaya reduciendo el caldo hasta que prácticamente no quede nada.
Retirar del fuego.
En un bol, batir los huevos. Añadir las patatas con boletus. Mezclar.
Volcar sobre una sartén de 20 cm de diámetro con media cucharada de aceite a fuego medio.
Cuando esté hecha por ese lado la tortilla, voltearla con la ayuda de un plato para que se haga por el otro lado.
La tortilla, para que esté fantástica, debe quedar con el huevo un poco sin cuajar al partirla.
Y ya está. Se sirve inmediatamente y se come una exquisita tortilla de otoño.



Profiteroles rellenos de nata

250 g de agua
100g de mantequilla con textura en pomada
150 g de harina
3 ó 4 huevos medianos
Una pizquita de sal

PARA EL RELLENO:
400 g de nata líquida para montar
100 g de azúcar 

PARA EL CARAMELO:
100 g de agua
50 g de azúcar

Es muy importante que la mantequilla no esté dura.
Poner la mantequilla con el agua y la sal en un cazo a fuego suave.
Calentar moviendo con una espátula hasta que la mantequilla se derrita en el agua.
Antes de que empiece a hervir el agua, la mantequilla debe estar derretida.
Antes de que hierva el agua, añadir de golpe toda la harina.
Mover con la espátula hasta que la masa forme una bola que se despegue de las paredes. En las paredes del cazo se habrá formado una especie de costra.
Sacar la pasta y llevarla a un bol.
Ahora viene la parte complicada de esta receta: la cantidad de huevo que hay que añadir varía mucho y de que consigamos añadir la cantidad justa de huevo depende que nos salgan unos profiteroles fantásticos.
Hay que ir añadiendo los huevos batidos de uno en uno y poco a poco. Esto es, se añade un poquito de huevo batido y se incorpora en la pasta moviéndolo con una espátula. Luego se añade otro poquito y se incorpora… Es muy importante ir poco a poco para no pasarnos en la cantidad de huevo.
¿Cómo sabemos que debemos parar de añadir huevo? Cuando la masa está lisa y brillante. Pero ahí va un truquito que nos hace más fácil reconocer ese punto:
Se coge un poco de pasta con la espátula y se pone la espátula hacia arriba.
·         Si la pasta se queda tiesa: le falta huevo.
·         Si la pasta se cae de golpe: nos hemos pasado.
·         La pasta está en su punto cuando la masa se queda como un pico en la punta de la espátula y ese pico cae poco a poco.
Meter la pasta en una manga pastelera.
El tamaño de la boquilla que pongamos dependerá de cómo queramos los profiteroles. Pero hay que tener en cuenta que en el horno crecen más o menos al doble del tamaño.


Con la manga pastelera vamos haciendo los profiteroles sobre una bandeja de horno (mejor con una hoja de silicona o de papel de horno para que no se peguen). Hay que tener en cuenta que no se pueden poner muy juntos porque sino cuando crecen en el horneado se pegan unos a otros.
Barnizar un poquito por encima con huevo batido.
Meter en horno con ventilador precalentado a 160º durante 25 ó 30 minutos. El tiempo depende del tamaño de los profiteroles. Hay que sacarlos cuando estén doraditos y secos. Es curioso porque en ese punto, si los cogéis, con cuidado de no quemaros, notaréis que no pesan casi nada.
Sacar del horno y dejar enfriar. Es mejor pasarlos en cuanto no quemen a una rejilla para que se enfríen bien.
RELLENO:
Se pueden rellenar de muchas cosas, dulces y saladas.
Lo más típico es la nata montada.
Pues eso, montar la nata con el azúcar. Para montar la nata es importantísimo tener en cuenta un par de cosas: la primera es que necesitamos nata que tenga un contenido en materia grasa de por lo menos el 33% (eso se puede mirar en el etiquetado); y la segunda es que cuando vayamos a montarla, la nata tiene que estar muy fría.
CARAMELO:
Este es el truco que hace que estos profiteroles sean especiales.
Preparar caramelo. Para ello poner en un cazo el azúcar con el agua. Hervir hasta que se caramelice. Queremos obtener un caramelo dorado, ¡no, marrón! Por eso tenemos que tener cuidado y en cuanto empiece a dorarse, retirarlo del fuego porque con el calor residual acabará de hacerse.
MONTAJE: 
Pasar los profiteroles por el caramelo. Esto hay que hacerlo con muchísimo cuidado porque el caramelo quema mucho. Se trata de mojarlos en el caramelo que tenemos en el cazo, como si fueran magdalenas que mojamos en café. Luego los devolvemos a la rejilla.
Rellenar con la nata montada. Para ello, ponemos la nata montada en una manga pastelera, con la punta de la boquilla hacemos un agujerito por la parte de abajo del profiterol y lo rellenamos con la nata hasta que notemos que engorda. A veces sale un poquito de nata por arriba del profiterol pero eso queda muy bonito.
Y, ¡ya está! Tenemos unos profiteroles especiales… para compartir con unos buenos amigos.

martes, 1 de noviembre de 2011

Me llamo Chelo.
En realidad, Vicky Alcalá es mi abuela. 
Lo que sucede es que cuando empecé a cocinar este blog me apoyé en su ejemplo, como tantas otras veces.Siempre ha sido una mujer de vanguardia. ¡Imaginaos que a principios del siglo pasado era bailarina de ballet clásico español! Viajó por todo el mundo con su compañía de baile. ¿Se puede ser mujer y no estar orgullosa de tener una abuela que se ha comido el mundo y ha contribuido a cambiarlo? 
Yo soy farmacéutica y llevo unos veinte años trabajando por la seguridad alimentaria. 
Siempre me ha fascinado la repostería y tengo la inmensa suerte de tener una madre que guisa de maravilla y me lo ha enseñado todo. 
Lo de este blog surgió porque perdí mi receta preferida de galletas y decidí que, si yo tiraba de Internet para buscar recetas, ¿por qué no guardar ahí las de mi cuaderno?
¡Espero que os guste!