2 pimientos rojos
Medio diente de ajo
Vinagre
Aceite de oliva
Sal
Se calienta el horno a 180 grados.
Se lavan los pimientos y se colocan en un recipiente para
horno.
Se riegan con un chorrito de aceite.
Se tapa el recipiente con papel Albal.
Se mete en el horno durante una hora u hora y cuarto.
Hay que darles la vuelta de vez en cuando (por ejemplo, cada
veinte minutitos) para que se hagan bien por todos los lados.
Sacar del horno y dejar enfriar.
Verás que han soltado un liquido. Se cuela y se reserva para
preparar la vinagreta.
Coger los pimientos y pelarlos; resulta muy fácil porque, al
asarse los pimientos, la piel queda casi separada de la carne de los pimientos.
Cortarlos en tiras.
VINAGRETA:
En un mortero machacar medio diente de ajo y la sal (al gusto).
Se añade una cucharada de vinagre y tres de aceite de oliva.
Se añade el líquido que soltaron los pimientos.
Se mezcla todo bien.
Y, ya está la vinagreta preparada.
Solo falta colocar las tiras de pimientos en una fuente
bonita y echar la vinagreta por encima.
¡No os imagináis lo ricos que pueden llegar a estar estos
pimientos!
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