Pero la receta de hoy es la más fácil que conozco y una de mis preferidas. Me la enseñó mi madre cuando yo era una niña y os asegura que sabe a infancia...
Aunque he puesto unas cantidades a los ingredientes, podéis variarlas sin ningún problema. Lo único que no varía es el bote de leche ideal. La receta original decía que había que poner un bote de leche ideal, la misma cantidad de zumo de limón y la misma cantidad de azúcar. Pero después de hacerla mil millones de veces creo que esa proporción es un pelín exagerada. Yo habitualmente la preparo con más limones de los que os he puesto porque me encanta que sepa fuerte a limón pero, al final, me he decidido por poneros estas cantidades porque a los niños generalmente les gusta más suave. Solo una cosa más: el zumo de 5 limones suele equivaler a unos 150 gramos de zumo pero eso varía mucho y la acidez de los limones también. Por eso, yo creo que lo mejor es probar la crema y añadir más zumo de limón si está demasiado suave.
¡Espero que os guste!
Y aquí viene la sorpresa: en la tienda americana encontré una crema de Marshmallow y enseguida pensé que el sabor dulzón de los marshmallow le iba fantástico a la acidez del limón... Y para una merienda muy especial para tres niñas fantásticas preparé esta ¡cremita de limón con marshmallow!
Por cierto, los tarritos están decorados con washi tape y mariposas de colores...
¡Menuda merendola para tres!
Chelo