200 g azúcar
200 g mantequilla
400 g harina tamizada
1 huevo mediano
Una pizca de sal
Mezclar bien la mantequilla y el azúcar.
Añadir el huevo ligeramente batido y batir un poquito más.
Añadir la harina y la sal y mezclar a velocidad lenta hasta
que se convierta en una bola. Probablemente habrá que acabar amasando a mano
pero procurando trabajar poco la masa.
Hacer una bola con la masa y meter en la nevera al menos dos
horas.
Sacar de la nevera y estirar. Para ello se puede utilizar
papel transparente de modo que resulta más fácil porque así no se pega el
rodillo.
Cortar con corta galletas.
El truco fundamental es trabajar siempre con la masa fría.
Una vez cortadas las galletas se tienen que volver a meter
en la nevera.
Precalentar el horno a 170 – 180 grados.
Meter las galletas en el horno (deben estar frías para que
no pierdan la forma).
Hornear unos 10 minutos.
El tiempo de horneado dependerá del tamaño de las galletas.
Cuando empiecen a dorarse por los bordes, ya están.
Sacarlas del horno de dejarlas unos 5 minutos más en la
bandeja del horno.
Pasados esos 5 minutos, pasarlas a una rejilla para que
acaben de enfriarse.
Y ya está.
Para decorarlas con fondant hay que dejarlas enfriar bien al
menos una horita para que estén bien secas y duritas.
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